Te traemos un paso a paso con fotos para enseñarte lo fácil que es realizar un trasplante y así ayudarte a perder el miedo para que puedas llegar a realizar un trasplante libre de estrés.
Trasplantar es parte de la vida al tener plantas en casa, ya sea porque has traído una planta nueva del vivero y necesita un cambio de maceta y mejora de sustrato o quizá sea una planta que ya tiene tiempo contigo y necesita pasar a una maceta de mayor tamaño para seguir creciendo feliz.
Tranqui, a mi también me daba miedo al inicio pero como todo en esta vida: solo es cuestión de práctica y de un buen sustrato. Ya verás como dentro de poco te convertirás en máster en trasplantes.
Qué necesitarás:
1 planta.
1 maceta con drenaje.
1 pala.
Sustrato Matera - de ser posible, no te juzgamos si usas otro (quizá si un poquito).
Arlita para la base.
Ahora sí! vamos a ensuciarnos...
PASO 1 - REVISA LAS RAÍCES
Siempre antes de realizar un trasplante debes revisar que las raíces estén saludables (suelen verse como en esta foto). Al tocarlas no se deshacen con facilidad y tampoco deben tener olor a podrido. No tengas miedo que contrario a lo que antes decían las abuelas, un poco de aire no le hace mal a las raíces.
PASO 2 - USA UNA MACETA CON DRENAJE
Siempre, como regla de oro, siempre! Usa macetas que tengan drenaje en la base para que el agua nunca quede empozada y luego no tengamos problemas de pudrición de raíces. Sí, sé que has visto tutoriales donde siembran en macetas sin drenaje y colocan carbón pero no, lo ideal es que el agua se vaya tranquila y que además entre oxígeno a nuestras raíces.
Sobre el tamaño de la maceta, lo ideal es que sea proporcional al tamaño de las raíces que tiene nuestra planta, si la pones en una maceta muy grande el agua no siempre llegará a nuestras raíces y estas no podrán llevar agua al resto de la planta. Lo ideal es ir cambiando cada año de tamaño para un mejor crecimiento, adicional si se coloca en algo muy amplio la planta estará más "distraída" creando raíces y no hojas.
PASO 3 - COLOCA ARLITA EN LA BASE DE LA MACETA
Nos gusta mejorar aún más el drenaje de nuestra maceta con este paso. ya que al colocar ARLITA en la base ayudamos también a que si llega a quedar agua empozada en los cantos de la maceta, esta no tenga contacto con nuestro sustrato, evitando así posible pudrición o exceso de humedad en nuestras raíces.
PASO 4 - COLOCA UNA PRIMERA CAPA DE SUSTRATO Y CENTRA TU PLANTA
Hecha una primera capa de sustrato como colchoncito que recibirá a nuestra planta. Sobre la cantidad que debes colocar en este paso, siempre va a depender de la altura en la que desees que quede la planta, algunas veces es una capa fina y otras veces puede llegar a la tercera parte de la maceta, siempre tienes que ir probando este paso junto con tu planta, recuerda centrar bien tu planta, el tallo siempre al eje central de la maceta.
PASO 5 - TERMINA DE RELLENAR CON SUSTRATO
Ya casi terminamos, rellena la maceta con sustrato y ve dando golpecitos alrededor de ella para que se vaya asentando sin dañar a las raíces, si se asienta mucho sigue rellenando con más sustrato.
Para ayudarnos a que la planta quede bien fija, te recomiendo ayudarte con tus dedos para asentar el sustrato sólo en los bordes, recuerda solo en los bordes porque no queremos dañar nuestras raíces. Así que anda girando la maceta mientras aplicas un poco de fuerza para que el sustrato ayude a estabilizar más tu planta, rellena de nuevo de ser necesario y deja un par de centímetros entre la última capa de sustrato y el borde de la maceta para que al regar no tengas problemas con que se derrame.
PASO 6 - UN BUEN PRIMER RIEGO
Ya terminaste tu trasplante! enhorabuena! Ahora toca un bien primer riego, no temas al agua, tu planta necesita de un buen riego para hidratarse después de todo este proceso. En temporada de invierno te recomiendo que la riegues al día siguiente del trasplante para que no le estresemos mucho pero en primavera y verano dale su baño ni bien termines de trasplantarla.
Este paso también te sirve de ayuda para limpiar las hojas de tu planta con un poco de agua y sacar así la tierra que le haya podido caer.
A TENER EN CUENTA...
Algunas veces puede pasar que la planta tiene un choque al cambio o se va acostumbrando de pocos al nuevo hogar, si pierde las hojas de la base (cercanas a la raíz), es normal. Las hojas nuevas necesitan de más energía para enfrentar este estrés, por lo que las hojas antiguas se "sacrifican" por ellas. No te asustes, es parte del proceso.
Luego te contaremos más sobre hojas amarillas y cómo regar tus plantas, así que estate atenta a nuestros próximos posts.
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